sábado, 19 de julio de 2008

Caótica

Hay veces en las que admito la trampa, la mentira, el engaño. A decir verdad, hay veces pero sólo dos: aquellas en las que la concepción es engañosa en sí misma, y no pretende fingir el engaño sino que el engaño es inherente a la idea; y aquellas en los que la propia estructura exige de la farsa, pues es parecida al número del mago, donde sin truco, no hay representación.

Ustedes ya me dirán si también han vivido alguno de estos casos y pueden reconocerlos.



Bola extra:

Tal vez porque pintaba unos cuadros de cera similares. Tal vez porqué los tengo guardados en una caja cubierta de polvo. Tal vez porque era el momento de que se apagaran las luces y despertar... me quedé en silencio durante bastante tiempo al salir del cine. Era una práctica habitual en el pasado. Podía estar horas en silencio cuando así me venía en gana. Mi familia y amigos lo respetaban. "Ya se ha vuelto a ir", decían. Esta vez estoy algo más socializada y no tardé demasiado en recobrar la voz, pero no el aliento.

Hace poco leí, banal y divertida, que en la vida sólo hay dos cosas; una es el sexo y la otra no me acuerdo. Pues sí, si me acuerdo: la otra es olvidar. Olvidar lo aprendido para recordar lo importante.

De repente sentí una tremenda sensación de vacío. La sentí lejos como nunca. Y no porque esté a un océano de distancia. Eso no es nada. Sentí que había sacado y arrojado lejos un pedacito de mí que le pertenecía. Y no es que la eche de menos. Me echo de menos a mi misma.

post : ya yo no... asi que en que este viaje, la Luna se viene conmigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lloran los perros. Copulan las aves.
Alquimia de luz, de otro cuerpo de miedo y ansia.

Anónimo dijo...

" Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán y los alemanes que soy judío"
Albert Einstein