martes, 12 de agosto de 2008

El Monte Luz en Lluvia y Niebla

P.- Algunos fragmentos de su obra me producen una sensación inquietante: la muerte como punto final y más allá la nada, la muerte como tránsito hacia otra muerte, o quizás hacia otra vida… ¿La muerte como metáfora sería la argamasa que ensambla las palabras dichas y escritas con las que preferiría no pronunciar?

R.- Desgraciadamente la muerte no es ninguna metáfora. En la primera infancia, simplemente no existe; de niños, ocurra lo que ocurra, somos inmortales. Más adelante, nos permitimos jugar con la palabra: le ponemos mayúscula y la utilizamos en los poemas. Queda bien. Los grandes conceptos son a la literatura lo que la sal a la comida: la hacen más comestible. Se dice Amor, Dios, Muerte, y parece que se ha dicho algo importante... Pero la muerte literaria no es la muerte. De ésta nada puede decirse, nada. Tan sólo el asombro, y la angustia. Porque, en realidad, la muerte no existe, lo que existe son los muertos o, mejor dicho, las ausencias. Lo que existe es el dolor de la desaparición de unos y la anticipación de la nuestra propia. Y el vértigo. Y la náusea.

Chantal






Bola Extra:

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....../ ..---___________----_____|]
...../_==o;;;;;;;;_______.:/ la muerte
.....), ---.(_(__) / es tan sólo la
....// (..) ), ----' canción triste
...//___// que otros
..//___// cantan
.//___//

1 comentario:

Alf. dijo...

La muerte es eso que la mayoria llama vida