No beberé más pastillas. Prometo no desprometerlo por séptima vez. Y sí. Claro que sí. Claro que todo esto y todo lo otro y casi todo y casi nada es mentira. ¿O qué creías?
Cualquier idiota puede herir a una mujer… Te garabateo toda la basura para ver hasta dónde eres capaz de tragar. Y más. Para adormecerte a gusto digiriendo lo que vomito. Para mantener en calma tus uñas afiladas. Para que se mezclen tus palabras y las mías y olvides que detrás de tanta palabra absurda late la realidad. Por encima de ti y de mí.
Para que olvides que detrás sólo tiene cabida lo importante. Que al otro lado de la pantalla tiemblan las mañanas tibias y las noches ardientes. Que somos la sombra que no distingues detrás del biombo. Que entre post y post sonrío, lloro, penetro, rezo, huelo, lamo, erizo, muerdo... y luego no escribo sino miento.
Y no, claro que no... por aquí no habrá nada de eso... por aquí hablemos sólo de lo feo. Las muelas del juicio te avisarán del veredicto pero no olvides tu papel: eres quién hace útil este disfraz de vulgaridad.
Y es tan divertido...
... que no se te olvide sonreír... que sino, pudiera parecer que me río de ti en vez de contigo.
